Devoción en Nueva España

 





Gracias al concilio de Trento, se ratifica la importancia y necesidad de las imágenes, pues exponían a los fieles el ejemplo de los ángeles y santos con la intención de alentarlos con sus virtudes y aceptando la influencia que podían ejercer en sus vidas como intercesores ante Dios destacando sus mejores características.
  Al terminar la conquista el uso de imágenes fue fundamental para comunicar a los neófitos la doctrina católica. La necesidad de estas representaciones aumentó conforme se consolidaban nuevas comunidades. 
Los santos, vírgenes, ángeles estaban ya dotados de símbolos que facilitaran su identificación, gracias a ello las cofradías y la sociedad novohispana aprehendieron a reconocer a los santos, patronos y sus protectores por lo que cada orden religiosa procuraba exaltar a sus santos fundadores. Cada cofradía se hizo de varios patronos que lo eran también de un determinado gremio, por ejemplo en Nueva España el patrono de los pintores era Nuestra Señora del Socorro y no a San Lucas, como ocurría en Europa, en las fiestas de los santos titulares cada gremio se encargaba de las ceremonias y banquetes. La devoción en el periodo virreinal fue variada debido a las numerosas festividades dentro del calendario litúrgico a lo largo del año, devoción que ha permanecido hasta nuestros días y que ha dejado huella en la herencia arquitectónica y artística en nuestro país.

Comentarios

Entradas populares